Recientemente y por casualidad vi por televisión una excelente película acerca del abuso.
Laura Dern, actriz fetiche de David Lynch, asume el riesgo de interpretar a la directora y guionista Jennifer Fox, un relato autobiográfico, si así puede decirse.
Es la historia de un abuso.
La protagonista, una periodista afamada de unos 50 años, es sorprendida por un llamado de su madre (excelente Ellen Burstyn). Ha encontrado un cuento (tal es el nombre de la película: The tale) que nuestra protagonista ha escrito en su adolescencia y que recuerda cada vez de manera diferente.
La película se inscribe en el movimiento feminista “Me too”.
Sin embargo, lo que sorprende es su capacidad de mostrar la lucha de la mujer adulta con esa niñita de 13 años que quiere conservar el recuerdo de lo que para ella ha sido una historia de amor.
La historia no es lineal y la mujer batalla con la niña en contarse ‘el cuento’ una y otra vez. Y cada vez de manera distinta.
Como en un análisis, el mismo cuento, pero a la vez, cada vez, cada vuelta dicha es un nuevo cuento.
En un momento determinado le dice a su partenaire actual: “no te atrevas a reducirme a ser una víctima”.
Es muy logrado que la protagonista que ha sufrido un abuso, que a su vez ha negado y en el que la envuelven una pareja de adultos, intente contarse la historia casi como una historia de amor.
Ella ha sido la única, el abusador en realidad, la amaba, la prueba está en que ha llorado al perderla y más de 30 años después, ella reincide una y otra vez en contarse distintas historias sobre ese cuento, que ella escribió a sus 13 años, que sus profesores escucharon relatar, que ella misma contó…
Quizás ni la directora-autora, ni su alter-ego lo sepan, pero esta no es solamente la historia de un abuso al fin denunciado y aceptado.
Esa es una de las posibles lecturas del film. Pero lo verdaderamente inquietante es la delicada y complicada complicidad de la niña perturbada por su amor a la pareja de adultos que se unen para abusarla. Sin querer saber de esa marca de goce que finalmente se le impondrá. No se ha casado, no ha tenido hijos…
Es la complejidad del proceso, las múltiples aristas que hay en juego. El valor de relatar ese proceso sin concesiones, hacen imprescindible este film.
Su mirada, es casi la de un análisis; por supuesto, hay diferencias.
Pero el proceso de la creación del artista tiene algo en común con la invención del analizante.
Finalmente, la mujer y la niña estarán del mismo lado, después de un trayecto doloroso en el que se enfrentan y encontrarán, lo hará la mujer adulta, una singular invención para poder seguir adelante.
Mónica Torres es psicoanalista, reside en Buenos Aires.
Miembro de EOL-AMP. Miembro del Consejo Científico Académico del ICdeBA. Docente del Instituto Clínico de Buenos Aires ICdeBA. Responsable del “Departamento de estudios psicoanalíticos sobre la Familia-Enlaces” y Directora Editorial de la Revista Enlaces. Autora de varios libros, entre ellos: Cada uno encuentra su solución (Grama, 2012) y Uniones del mismo sexo (Grama, 2010).